jueves, 1 de octubre de 2009

Etapas,etapas,etapas,etapas,etapas,etapas...

Y una detrás de otra van formando un conjunto que al cabo de los años será aquello a lo que llamamos "nuestra vida".
Pensando, hoy me he dado cuenta de que ya hace cuatro años que salí de bachiller, y que por tanto este debería ser mi último año de carrera. Y no lo será, ni mucho menos.
Y sigo ahí, atascada en una carrera, en unas calles, en unos trenes, en alguna que otra ciudad, en un trabajo, en mi propia indiferencia...Hasta que punto me satisface cualquiera de esas cosas? Soy feliz? Realmente lo soy?
Lo que cambió ayer me hizo darme cuenta de que realmente debo empezar a hacer algo con mi vida, a hacer aquello que yo quiero hacer, y dejar las mañanas al sol y las tardes bohemias, y descubrir al fin aquello que quiero.

1 comentario:

Unknown dijo...

el pesimismo es un vicio. El optimismo una necesidad. No se puede ser feliz. Se puede ser feliz a ratos. El optimismo consiste en darse cuenta de lo feliz que se es cuando se es feliz.
Ten en cuenta que sólo nos damos cuenta de que tenemos cuerpo cuando le pasa algo malo. Con la mente sucede algo parecido. Hay que darle la vuelta a la tortilla.

Creo que se trata de eso.

Pasaré más veces por tu blog.

Un saludo!