domingo, 9 de enero de 2011

La vera verità è ché...

Después de unos diítas en tierras hispanocatalanas (para evitar conflictos) vuelvo a estar sentada en mi cálido sofá de Milán, en una casa vacía aún de compañeras de piso, y en consecuencia de risas, patatine e birra, conflictos lingüísticos y alcohol, pero ya queda menos para que lleguen.
Estos días me han servido para darme cuenta de muchas, muchísimas cosas.
     En primer lugar, que nada cambia, por mucho tiempo que te vayas. Puede que haya pequeñas modificaciones en ciertos aspectos, pero en general, la esencia se mantiene.
     En segundo lugar lo que ya me temía desde hace tiempo, que no debería estar haciendo la carrera que estoy haciendo. Y es terrible, por qué hasta ahora no sabía que quería hacer con mi vida y seguía tirando para adelante, puesto que no había otro rumbo. Ahora sé cuál es mi rumbo pero en este momento no puedo poner dirección a él; tendré que esperar a que el viento sea más favorable para cambiar mi destino. El problema es que ahora mismo me aterra saber qué quiero y no poder llevarlo a cabo, porque eso significa que aborreceré todo lo que hago ahora. Pero paso a paso, al menos ya sé que quiero, que es mucho más de lo que la mayoría puede decir.
     En tercer lugar me he dado cuenta de algo muy importante. Y es algo que quiero que todos tengáis muy claro. Adoro vivir esta aventura llamada erasmus, adoro despertarme cada mañana sin saber que ocurrirá, conocer gente nueva, descubrir lugares nuevos, adoro aprender algo nuevo cada día... Aprender, aprender, aprender...Es algo que nos hace grandes, que nos hace libres, independientes. El conocimiento hace que podamos razonar por nosotros mismos. Pero estos días en casa he aprendido algo que, hasta que no he estado fuera, no he sido capaz de ver, y es qué, por mucho que conozca mi rutina en casa, a mis amigos, a mi familia... Vosotros siempre, SIEMPRE, seréis capaces de sorprenderme, enseñarme algo nuevo o me haréis ver algo que ya conocía desde una perspectiva completamente distinta. Por eso os estoy agradecida, por enseñarme siempre, día a día. 
     Quiero que tengáis presente que soy muy feliz aquí, que es donde quiero estar ahora; fue mi decisión pasar un año alejada de mi vida y no podría estar mas contenta, pero a pesar de todo, quiero que sepáis que es imposible que vosotros me echéis de menos tanto como yo lo hago, que os quiero, y que como en casa en ningún sitio.

No hay comentarios: