miércoles, 23 de marzo de 2011

Venecia y Padova por 55€.

El fin de semana del 5 y 6 de marzo fuimos para Venecia y Padova con todo el conjunto de descerebrados de la ESN y sus más fervientes pupilos erasmus. Levantarnos a las 5.45 nos hizo mucho daño a mi y a María y es que desde que estamos aquí que jamás habíamos madrugado tanto.
   Llegamos a la estación de autobuses y a las 8.00 partimos rumbo Venecia. Nos esperaban por delante tres horas en un autobús compartido por mi universidad (90% erasmus españoles) y la Bocconi (90% erasmus del norte europeo). Y nada oye, que aburridos son! Nosotros haciendo palmas, cantando, gritándole al conductor que acelere... Y estos quejándose por qué querían dormir! Pero donde se ha visto!

    Aterrizamos en Venecia con un sol increíble, los signos de no haber dormido un carajo y las ganas de explorarla. Pero antes, nos comimos un buen bocadillo de tortilla de patatas (hechos en casa, por supuesto) y unas cervezas a los pies del canal. Y empezamos a pasear. La cantidad de gente que había dificultaba cada paso que dabas, pero da igual, es preciosa.


A ver quién tiene huevos de buscar a Wally.
   Cada rincón, canal, callejuela, edificio...Es demasiado hermosa, me muero por volver.No sería capaz de vivir en una ciudad así, estoy segura. Demasiado turista, demasiado transporte marítimo, demasiada probabilidad de convertirse en la nueva Atlántida...Quita quita. Pero es preciosa, tiene un encanto que pocas ciudades del norte de Italia tienen.
    Estuvimos todo el día paseando por el centro, haciéndonos fotos con disfraces que lo merecían, comprando máscaras a buen precio e intentando no perdernos. Cuando ya caía la tarde fuimos hacia el punto de reunión para poder coger nuestros bártulos e iniciar el camino hacia Padova, disfrazándonos en el bus de Peter Pan y su tribu de niños perdidos.

Vistas des del barco de Piazza san Marcos y Palazzo Ducale.


Pero estos de la ESN no tienen nunca bastante y decidieron que antes de llegar a Padova había que parar a un super a comprar botellón. Bien imagináos la escena: un super de barrio atacado por cuatro autobuses con capacidad para sesenta personas... 240 personas concentradas en un único pasillo, el del alcohol. Había sólo tres cajas abiertas en el super, ya os podéis imaginar el espectáculo.
    Llegamos a Padova que ya era casi de noche y nos dirigimos todos a su universidad para cenar en la mensa. Tras esto, el 98% de las personas de Milan desaparecieron y se fueron camino a la fiesta. Los cuatro gatos que quedamos decidimos ir andando tranquilamente y a la vez viendo Padova, la cuál es increíblemente encantadora. De repente empezamos a oír gritos, chillidos y de detrás de una esquina apareció un grupo de cromañones y de guardias de tráfico: ESN Boloña. Es muy divertido ver como se reunen las ESN ya que son gente que coincide en diversos acontecimientos a lo largo del año y ves abrazos, risas y oyes barbaridades varias. Total seguimos andando hacia el punto de reunión y resulta que llegamos antes que nuestro grupo del 98%. Y ahí empezamos a beber... Un poquito de Lambrusco (1'5L.) para el cuerpo y de fiesta toda la noche. Cuando llegamos a la carpa fue como un viaje en el tiempo hacia las épocas mas oscuras de la música española. Pusieron "éxitos" del reggeton tales como mayonesa, gasolina... Y luego sonó la Bomba. Y yo pensé, señor por qué? Por qué nos ven así? Pero claro cuando vas tan contento y te ponen la Bomba, tu bailas dándolo todo, normal que nos vean así...

Tribu de niños perdidos...
 A eso de las cuatro o las cinco nos fuimos para los buses ( mi concepto del tiempo en aquél momento estaba bastante tocado) y cuando fue nuestra sorpresa cuando los españoles, aún habiendo bebido lo suyo estábamos bastante dignos todos y fue encontrarnos con los del norte y madre mía... Todos con bolsas en la boca hechos polvo y nosotros echando desodorante y colonia por el bus por qué aquello no había quién lo aguantase...

1 comentario:

fiona dijo...

Yo he estado en Venecia y es genial, de hecho este mayo vuelvo a pasar unos diítas, Padua me encantaría verla, lo mismo me hago un viaje fugaz! Los nórdicos no saben beber...jajaja

1besico!